Ruta de los faros en Costa da Morte
Islas, Acantilados, Playas, Faros… La Costa da Morte nos lleva a pensar que cualquier amante del mar que esté condenado a quedar en él, decidiría hacerlo aquí.
En nuestra ruta por los faros de Costa da Morte, no dejamos de sorprendernos con auténticas bellezas, creadas por la mano del hombre, que demuestra su saber hacer cuando nos encontramos con algunos de esos faros que advierten a los hombres del mar de la peligrosidad de estas costas.
Las olas gigantes de la Costa de la Muerte
Donde el Mar se hace protagonista traduciendo su poder en olas gigantes, y a la orilla, nos situamos para quedar impregnados del yodo y la sal que llegan hasta nuestro paladar. Lugar en el que tantos marineros quedaron, abajo, condenados a la peor de sus suertes.
Galicia es bella y tierna –con sus gentes-, y al mismo tiempo salvaje y agresiva –con su Atlántico- que llena de belleza hasta los sueños, tras un día recorriendo La Ruta de los Faros.
Desde debajo del agua, y con el espejo que ésta forma cuando te encuentras ahí, bailotea la figura de los hermosos faros que poblan toda esta costa; faros como el de
Faro de Malpica de Bergantiños
Frente a Malpica de Bergantiños (Reino dos Percebeiros): las Islas Isargas (Grande, Chica y Malante; las tres) y sus cientos de islotes y arrecifes, frente alCabo San Adrián.
En el cielo cientos de gaviotas –es la mayor colonia de gaviota oscura del país. La imposibilidad de acceder al faro debido a la ausencia de transporte, le configura como “protegido” de aquellas miradas que no busquen orientación para sus navíos.
Faro Punta Roncudo
La baliza de Cabo Roncudo se encuentra en Cabo Roncudo. debe su nombre a la sonoridad del mar cuando rompe contra los acantilados que la rodean. Toda esta zona posee gran fama por los diferentes puntos en los que se recogen los percebes típicos de Roncudo.
Faro de Punta Nariga
Punta Nariga, el de más reciente construcción, con un puente de mando –como base- y la escultura del artista vigués Manuel Coia de un atlante. Las cruces que nos hacen recordar a los “muertos del mar” en Punta Roncudo. Y para los vivos que regresan a casa el faro de la villa de Laxe, sencillamente mágico.
Faro de Camariñas
Camariñas que se erige –octogonal- sobre una roca de 80 metros de altura y con sus 24 de estatura proyecta una haz que puede ser visto a 40 millas de distancia; es el faro más alto del Viejo Continente.
Cabo Vilán
Camariñas, en Cabo Vilán, es uno de los míticos de Galicia y el primer faro eléctrico de la península ibérica. En él –y aunque en la actualidad la carretera propicia una subida tranquila- se registraron curiosas anécdotas como la ocurrida a George Borrow (siglo XIX) que casí muere de sofoco al intentar subir el Monte de San Guillermo y llegar al faro. También se dice que aquellas parejas con problemas de esterilidad, acudían a este monte en el aún se encuentran las ruinas de una ermita y dentro de ella intentaban el embarazo de la mujer.
Faro de Fisterra
Su nombre lo dice todo, Fisterra. Por estas tierras, donde fastuosos acantilados marcan el límite entre la tierra y el mar, han pasado multitud de culturas: Celtas, Romanos…
A Finisterre no llegas por casualidad, tienes que dejar la carretera y seguir estrechas “corredoiras” para descubrir unos lugares que, con razón, se consideran parte de los 5 dedos de Dios.
El faro de Finisterre fue construido en 1853.
El hotel junto al faro
Junto al Faro de Fisterra es posible alojarse en un hotel en el que vivirás la experiencia única de dormir en el último pedazo de tierra de la península ibérica.

Las habitaciones del Hotel O Semaforo cuentan con suelo de madera y baño privado. El hotel admite mascotas, bajo petición. Su bar con terraza ofrece una panorámica a las maravillosas vistas del océano.